Eventos de Arte
Sensibilidad femenina II
Ocultas tras un espeso e injusto velo de menosprecio, las artistas mujeres han atravesado en silencio largos siglos de la historia del arte. Nombres como el de Artemisia Gentileschi, en el siglo XVII, o de Camille Claudel, en el más cercano siglo XIX, son sólo un par de ejemplos hoy reconocidos por la labor reivindicativa emprendida a partir de las pautas culturales vigentes en nuestro tiempo.
En su breve historia de apenas doscientos años, el arte argentino también replicó en sus primeros pasos esta postergación femenina. ¿Quién, fuera del estrecho ámbito de unos pocos especialistas, recuerda hoy los nombres de Sor Josefa Díaz y Clusellas, Julia Wernicke, Sofía Posadas, o María Obligado de Calvo y Soto? Y son sólo algunas de las mujeres que, con eje en los fastos del Centenario, pusieron al arte en el norte de sus vidas. Fue larga y dura su lucha, pero no estéril.
Parte de sus frutos mejores están hoy y aquí. En esta muestra que, en el marco de las Gallery Nights, ofrece Estudio Garrido Abogados con obras de su Colección Paideia. Obras de una docena de mujeres argentinas, o en nuestro suelo radicadas. Ya desaparecidas algunas de ellas, y otras en la más plena y fructífera producción.
La francesa Leonie Matthis eligió nuestro país para establecer su familia, y asumió la historia de su nueva patria como inspiración para sus gouaches. De Viena vino Mariette Lydis, con sus espléndidos dibujos dedicados a niños y a temas religiosos, mientras que Margarita Hahn Vidal llegó desde Hamburgo con el bagaje de sus flores.
Las esperaban aquí Norah Borges, ilustradora de los primeros poemas de su hermano Jorge Luis, y creadora de una sutil galería de figuras, y Raquel Forner, que tras representar los horrores de las guerras se volcó a recrear los mundos nuevos que la exploración del espacio le sugería.
Los temas náuticos atrajeron a Lucía Boero, mientras que el mundo de la infancia fue el tema central de las pinturas de Nelly Alvarez y Lidia Capusotto. La ciudad, sus antiguos barrios y las viejas casonas sirvieron como modelos a las acuarelas de Lola Frexas, y los sentimientos más delicados a los pasteles de Aurora Simonazzi.
Las artistas contemporáneas están representadas por los paisajes casi metafísicos de Marcela Rettig y los temas florales que, con contenida materia y preciso pincelar, compone Sonia Decker.
Felizmente liberadas de las luchas de antaño, estas y tantas otras artistas, han abordado con sensibilidad femenina, y con igual solvencia profesional, sus ricos caminos por el mundo del arte.
En su breve historia de apenas doscientos años, el arte argentino también replicó en sus primeros pasos esta postergación femenina. ¿Quién, fuera del estrecho ámbito de unos pocos especialistas, recuerda hoy los nombres de Sor Josefa Díaz y Clusellas, Julia Wernicke, Sofía Posadas, o María Obligado de Calvo y Soto? Y son sólo algunas de las mujeres que, con eje en los fastos del Centenario, pusieron al arte en el norte de sus vidas. Fue larga y dura su lucha, pero no estéril.
Parte de sus frutos mejores están hoy y aquí. En esta muestra que, en el marco de las Gallery Nights, ofrece Estudio Garrido Abogados con obras de su Colección Paideia. Obras de una docena de mujeres argentinas, o en nuestro suelo radicadas. Ya desaparecidas algunas de ellas, y otras en la más plena y fructífera producción.
La francesa Leonie Matthis eligió nuestro país para establecer su familia, y asumió la historia de su nueva patria como inspiración para sus gouaches. De Viena vino Mariette Lydis, con sus espléndidos dibujos dedicados a niños y a temas religiosos, mientras que Margarita Hahn Vidal llegó desde Hamburgo con el bagaje de sus flores.
Las esperaban aquí Norah Borges, ilustradora de los primeros poemas de su hermano Jorge Luis, y creadora de una sutil galería de figuras, y Raquel Forner, que tras representar los horrores de las guerras se volcó a recrear los mundos nuevos que la exploración del espacio le sugería.
Los temas náuticos atrajeron a Lucía Boero, mientras que el mundo de la infancia fue el tema central de las pinturas de Nelly Alvarez y Lidia Capusotto. La ciudad, sus antiguos barrios y las viejas casonas sirvieron como modelos a las acuarelas de Lola Frexas, y los sentimientos más delicados a los pasteles de Aurora Simonazzi.
Las artistas contemporáneas están representadas por los paisajes casi metafísicos de Marcela Rettig y los temas florales que, con contenida materia y preciso pincelar, compone Sonia Decker.
Felizmente liberadas de las luchas de antaño, estas y tantas otras artistas, han abordado con sensibilidad femenina, y con igual solvencia profesional, sus ricos caminos por el mundo del arte.
Adrián Gualdoni Basualdo
Noviembre de 2011